La rana Mariana, tan alegre y despistada, ha perdido su dedal. ¿Cómo va a coser sin lastimar sus delicadas patas?

Ayuda a la ranita a buscar su dedalito de plata

día tras día, puerta tras puerta, levantando las solapas en las casas de sus vecinos. Pues todo se hace mejor isi lo hacemos con amigos!